martes, 13 de julio de 2010

En momentos así...


En momentos así.

Se fue agotando la divina juventud, pero te tengo a ti.

Se fueron mis recuerdos volando hacia otros continentes. Pero ahí estás tú.

Mi mente confusa ya no distingue entre las caricias y las heridas. Pero te tengo a ti.

Mi guía, mi amor, con tu paciencia me devuelves de nuevo a este mundo, en el que te conocí, en el que me enamoraste, y en el que aun te tengo a ti.

Y son estos momentos de lucidez los que me animan a seguir vivo, para decirte una vez más que te amo. Pero a veces me olvido. Eso es lo que más me duele. Olvidar que te amo…olvidar que te amé…pero sigues aquí, en momentos así.

Y quiero que me lleves contigo, allá donde vayas. Toma mis arrugadas manos y fúndelas con las tuyas. Es mi mente la que quiere morir, pero mi cuerpo aún entiende el lenguaje de tus dedos…la retórica de tu piel. Y llévame hacia ti. Puede que ya no sea el mismo, pero entiendo todo lo que haces por mí, en momentos así…y es ahora cuando me pregunto qué queda después, cuando ya no queda nada. Pero sigues ahí, aunque a veces te deteste, te odie, te insulte y evite tu mirada…Quiero aprovechar esta ocasión para dedicarte estas palabras, pero tengo miedo de que no me de tiempo a terminar. La oscuridad se oculta en cada rincón de mi habitación, debajo de mi almohada, y puede volver en cualquier momento para llevarse la luz que en momentos así, ilumina mi mente. Pero siempre fuiste valiente…y tu bendita paciencia hace que no te canses de mí. Gracias por estar ahí…en momentos así.

A la memoria de los que perdieron su memoria.

Dedicado a los enfermos de Alzheimer y a sus cuidadores, aquellos que hicieron de la paciencia la más digna y humana de las virtudes.

Naitsirc Ollirrac.